jueves, 17 de septiembre de 2015

Constantina

Los días que toca médico pone a prueba nuestra paciencia.

Nunca le han gustado los médicos. Por eso ahora tiene médico.

No le gusta nada que haya retraso, porque de tanto tiempo sentado en la silla de ruedas empieza a dolerle su sensible lado izquierdo. Porque espera mucho rato para cinco minutos de consulta. Porque, cuando la cita es temprano, tiene que madrugar para nada, y cuando es tarde, le pisa con la hora del almuerzo. Y siempre hay retraso.

En realidad, lo que menos le gusta de todo es que ya no es dueño de su propio tiempo.